La tarde de este miércoles 7 de agosto un repartidor estacionó su camioneta en la calle Chacabuco al 400, frente al Banco Macro, en pleno centro de San Isidro, y escuchó una serie de golpes en la parte inferior del vehículo.
Al descender para verificar si se trataba de una falla mecánica, descubrió que una varilla de hierro emergía y se sumergía alternativamente entre los adoquines. Retiró el vehículo e intentó arrancarla pero le fue imposible porque debajo de los adoquines algo se le oponía.
Por esto dio aviso a las autoridades y efectivos policiales y una cuadrilla de operarios municipales intentaron lo mismo que él y el resultado fue el mismo, por lo que decidieron intervenir el lugar con una pala mecánica.
La máquina hizo un hoyo de 3 metros de profundidad para descubrir el otro extremo de la varilla que resultó ser un “testigo” de un túnel excavado debajo de la calle a lo largo de más de 100 metros, al que se accedía desde un galpón abandonado en la cuadra siguiente.
La investigación está en ciernes pero todo hace suponer que se trata de una obra para cometer un robo al banco y la varilla que los delató habría sido utilizada para verificar el avance. Al lado del Macro hay otra entidad bancaria pero ya la habían sobrepasado.
El hecho tiene muchas similitudes con el caso del “robo del siglo” al Banco Río de Acassuso, ubicado a unas 15 cuadras de ahí.