La mañana de este jueves policías que patrullaban el pasaje Centenario, de Barranqueras, advirtieron que la vidriera de un kiosco había sido recientemente, a juzgar por los trozos de vidrio desperdigados en el suelo.
Apenas se dispusieron a investigar al respecto, encontraron a un hombre de 30 años, a pocos metros de ahí, con una veintena de paquetes de papas fritas y cortes en una mano.
El sujeto no supo justificar de manera convincente el origen de las heridas ni de las papas fritas que estaba comiendo. Evidentemente, se había lastimado al romper la vidriera para robarlas, lo que fue verificado por las grabaciones de las cámaras de seguridad.
El ladrón terminó detenido. La propietaria del local formalizó la denuncia y recuperó la mercadería.