Aunque la recolección de residuos sigue siendo una materia pendiente del intendente Roy Nikisch, que prometió resolver el problema en las primeras 48 horas de gestión, la situación se agravó a partir de este domingo.
A través de las redes sociales la Municipalidad informó que el servicio fue interrumpido abruptamente por la compañía Santa Elena, encargada de la recolección, que retiró todos sus camiones compactadores por una medida de fuerza de sus empleados.
Por esto, según el comunicado, se activaron todas las herramientas para montar un plan de contingencia que atienda al menos en mínima medida la demanda de recolección.
Paralelamente, alertaron a las autoridades provinciales sobre sospechas de sabotajes como la descarga de residuos en sitios clave de la ciudad, a modo de protesta.
Mientras, sigue en el aire la tan promocionada adquisición de camiones recolectores y compactadores propios, cuya licitación está bajo la lupa por varias denuncias que aseveran que fue direccionada para favorecer a determinados oferentes.