El paro general convocado en todo el país por la CGT y la CTA generó múltiples inconvenientes en todos los ámbitos, uno de ellos fue la inhabilitación de los cajeros automáticos por falta de dinero.
Los gremios que agrupan al personal de las compañías transportadoras de caudales y de las entidades bancarias se plegaron al paro, por lo que no hubo reposición.
“Este cajero no entrega dinero” es una respuesta cada vez más habitual en las máquinas cada vez más demandadas, sobre todo en los primeros días del mes y durante los fines de semana, situación que se acrecienta por el avance de la inflación frente al congelamiento del tope de extracción.
Pero como consecuencia del paro el sistema, cada vez más deficiente, prácticamente salió de servicio.