Mientras el Gobierno provincial desmiente la paralización de las obras públicas, todos los días se conoce la interrupción de los trabajos en obras fundamentales largamente anunciadas y promocionadas durante la última campaña proselitista del oficialismo.
Tras la derrota del gobernador Jorge Capitanich, que buscaba la reelección por el Frente Chaqueño, la gran mayoría de las empresas desaceleró el avance de obra y suspendió personal, como paso previo a la paralización total.
Este fue el caso de la tefacción, remodelación y ampliación del hospital Emilio Rodríguez, de Quitilipi, que tiene un presupuesto de 350 millones de pesos y un plazo de ejecución de 12 meses, por lo que se esperaba que fuera inaugurado este año, aunque el avance no fue tan sustantivo.
El rumor de la suspensión de las obras y el retiro de la constructora ChacObras generó preocupación en la comunidad, y aunque la versión fue desmentida por la directora de Zona Sanitaria: Lilián Marolo, la prensa local corroboró la misma.
En Mañanas de Radio, el responsable de la obra del hospital admitió tener directivas de retirar todas las herramientas y maquinarias de la empresa para destinarlas a la construcción de viviendas en otro punto de la ciudad; y a eso estaban abocados los 20 obreros que sobrevivieron al recorte, mientras otros 20 fueron cesanteados.
Casualmente, Quitilipi es la ciudad natal del gobernador electo: Leandro Zdero, de Juntos por el Cambio.
Falta de pago y discriminación
Paralelamente, la delegación haqueña de la Cámara Argentina de la Construcción, denuncia no sólo la paralización de las obras sino también pagos atrasados y certificados desactualizados por la negativa del Gobierno a la redeterminación de precios acordada, lo que lleva a las empresas a arriesgar su capital para terminar los trabajos. Mientras, aseguran que unas pocas empresas reciben todos los beneficios de la administraión provincial.