La tarde del martes un Cessna 210 Turbo Centurión con matrícula de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, capotó cuando maniobraba en un camino vecinal de la zona rural de Avia Terai, en el centro de la provincia del Chaco.
Cuando arribó una comisión policial de Concepción del Bermejo, encontró la aeronave capotada, con 325 kilos de cocaína perfectamente embalados en su interior. Y sin tripulantes. Según testigos, piloto y copiloto fueron rescatados y escaparon del lugar a bordo de 2 camionetas.
Más tarde se supo que la aeronave fue robada el último domingo de un hangar en un aeródromo de Santa Cruz de la Sierra.
Se investiga si capotó al aterrizar o al despegar tras romper el extremo delantero del tren de aterrizaje.
En este marco, se intenta determinar si Chaco era el punto de descarga de la droga, que desde acá continuaría su distribución por tierra. O, en otro caso, si el avión intentó un aterrizaje de emergencia por fallas mecánicas o falta de combustible, o si el aterrizaje fue planeado para repostar combustible.
El Cessna 210 tiene una autonomía de algo más de 1.600 kilómetros, por lo que las organizaciones narcos los adaptan para poder reabastecerse en vuelo mediante bidones. Pero éste no tendría modificaciones, considerando que fue robada recientemente.
Ahora, con la investigación en manos de la Justicia Federal, se montó un operativo para hallar a los pilotos y a las personas que les dieron asistencia en tierra y los “rescataron” en 2 vehículos.