Decenas de choferes del servicio de transporte de pasajeros protestaban la mañana de este lunes en la autopista General Paz y ruta 3 exigiendo seguridad y justicia tras el asesinato de uno de sus compañeros: Daniel Barrientos, a punto de jubilarse.
El ministo de Seguridad de Buenos Aires: Sergio Berni, llegó en helicóptero para “dialogar” con los colectiveros pero estos lo repelieron primero con silbidos y abucheos y después lo tomaron a golpes de puño. También hubo una lluvia de piedras y otros objetos contundentes contra su humanidad.
El funcionario quedó atrapado contra el paredón de una colectora insistiendo con “vamos a hablar”, pero mientras él pedía hacerlo “civilizadamente” en otro lugar, los manifestantes exigían hacerlo delante de la prensa para evitar que “mienta otra vez”.
Todo terminó en un escándalo que sorprendió a sus custodios y a los pocos efectivos de la Policía de la Ciudad que no podían garantizar su seguridad. Cuando llegaron refuerzos y se sumaron grupos tácticos de la Policía Bonaerense lo retiraron del lugar por la fuerza.
En la salida se cayó varias veces. Finalmente lo retiraron en un vehículo blindado. Los policías lanzaron gases lacrimógenos y dispararon postas de goma para dispersar a los choferes.