Caso Cecilia: intentaron quemar todo para no dejar pruebas

Gustavo Obregón, mano derecha de Emerenciano Sena, indicó en el inicio de la investigación el tramo del río Tragader donde descararon las cenizas de Cecilia.

En otra instancia del juicio por jurado que enfrenta el Clan Sena por el femicidio de Cecilia Strzyzowski se ventilaron en la audiencia de este jueves secuencias de la reducción del cadáver y sus pertenencias.

César Sena está acusado de autor, y sus padres: los dirigentes sociales Emerenciano Sena y Marcela Acuña de partícipes necesarios. Además están imputados de encubrimiento la pareja encargada del cuidado de la chanchería: Griselda Reynoso y Gustavo Melgarejo, y los más estrechos colaboradores de la familia: Gustavo Obregón y Fabiana González.

Los fiscales creen probado que Cecilia fue incinerada en la chanchería y que, además, todas sus pertenencias fueron quemadas en distintos puntos, con el propósito de eliminarla completamente y no dejar rastros del crimen.

Buena parte de la reconstrucción expuesta este jueves en el juicio, fue posible a partir de la versión que diera Obregón pocos días después del crimen, que abarcó lo ocurrido ese 2 de junio de 2023 y días posteriores.

Efectivos policiales que participaron del rastrillaje en Campo Rossi describieron la fogata que lograron recuperar de entre las cenizas restos óseos presumiblemente humanos, incluso fragmento de un cráneo.

Un dije y un anillo que Cecilia utilizaba permanentemente fueron encontrados en el mismo lugar, con evidencias de haber estado expuesto también a altas temperaturas.

El fuego también fue utilizado en la vivienda de la familia Sena, donde habría ocurrido el crimen. Ahí estaban los restos carbonizados de una billetera que aún conservaba una tarjeta Sube a su nombre.

La valija que Cecilia había preparado para viajar a Ushuaia con César también fue incinerada. La encontraron en un descampado del barrio Emerrenciano junto a restos de 2 teléfonos celulares: el de Cecilia y otro registrado por Marcela Acuña que se supone era utilizado por César.

Disuelta en el Tragadero

Entre los datos más escabrosos del encubrimiento, se supo, a partir de la confesión de Obregón, que después de recoger las cenizas en bolsas de residuos, las descartaron en el río Tragadero, donde César agitaba el agua con una rama para asegurarse su disolución.

Esto había generado, en el inicio de la investigación, la necesidad de improvisar diques en el curso de agua para desagotar el lugar indicado con la expectativa de encontrar restos que permitan obtener ADN.