Aniceto Saravia, de 58 años, fue hallado asesinado a golpes en El Tacuruzal, en la zona rural de Quitilipi este domingo.
Transeúntes alertaron a la Policía cuando, siguiendo rastros de sangre que encontraron en un camino vecinal, llegaron hasta el cadáver, oculto a pocos metros, en un monte.
Fue rápidamente reconocido como un vecino domiciliado en las inmediaciones. Tenía el rostro ensangrentado y evidentes signos de haber recibido golpes en la cabeza.
En el inicio de la investigación, los policías apelaron a las grabaciones de las cámaras de seguridad de un almacén en el que había hecho compras la tarde del sábado y retirarse caminando.
Minutos después 2 hombres arribaron al lugar en una motocicleta de 110 cc. y tras comprar algunos productos se retiraron en la misma dirección. Estos fueron identificados como Leonardo y Oscar Ortega, sobrino y tío, de 19 y 33 años.
Estos se convirtieron en los primeros sospechosos y el fiscal de Investigación Penal Marcelo Soto, de Sáenz Peña, ordenó localizarlos.
Leonardo fue ubicado poco después y espontáneamente admitió que interceptaron a Saravia y que su tío lo agredió. Pero aseguró desconocer el desenlace porque, asustado por la escena, escapó.
Su tío fue detenido inmediatamente y tenía en su poder una mochila, y un par de zapatillas con manchas de sangre. También fue allanada su vivienda en procura de hallar otros elementos de interés para la causa.
Una de las hipótesis es la de un intento de robo al que la víctima se habría resistido, pero también se piensa en la posibilidad de una disputa de vieja data.
