

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2, con la firma de los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, concedió este martes el beneficio de la prisión domiciliaria a la expresidente Cristina Fernández, condenada a 6 años de cárcel por corrupción en la denominada Causa Vialidad, fallo ratificado la semana pasada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La resolución tuvo en cuenta que la condenada supera los 70 años, uno de los requisitos que habilita la concesión de la domiciliaria, pero también otros aspectos como el riesgo de no poder garantizar las condiciones dignas de detención en un establecimiento carcelario ordinario, y, principalmente, su seguridad, teniendo en cuenta el intento de asesinato que sufrió en 2022 en la puerta de su propia casa.
Así, los magistrados ignoraron el planteo de los fiscales Diego Luciani y Mola, que consideraban que un establecimiento carcelario común reunía todas las condiciones para garantizar su seguridad, su salud y el proceso de resocialización, además de entender que ese hubiera sido el camino de cualquier ciudadano que atravesara la misma situación procesal.
Pero mientras consintió a la defensa encarnada por Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, concediendo la prisión domiciliaria, no lo hizo respecto de la tobillera electrónica. Los abogados alegaron que no era necesario ya que no existía riesgo de fuga, ya que como expresidente cuenta con custodia permanente de la Policía Federal.
Para los jueces, la instalación de un dispositivo de localización electrónico no es expresamente un elemento para atacar el riesgo procesal de fuga, sino un requisito para la prisión domiciliaria. De este modo su ubicación será monitoreada permanentemente y el organismo encargado de esa misión tendrá que presentar informes trimestrales a la Justicia.
Además, el Tribunal le impuso determinadas normas de conducta para evitar alterar el orden y la tranquilidad del vecindario. Esto apuntaría a impedir la concentración de seguidores frente a su casa de San José 1111, en el barrio de Monserrat, a los que saluda periódicamente desde el balcón, y que muchas veces interrumpen el tránsito.
Esta novedad dejó sin efecto la citación que al Tribunal había cursado a Cristina Fernández intimándola a presentarse en Comodoro Py, oportunidad en la que se suponía sería detenida efectivamente. Y también cambió los planes de las organizaciones kirchneristas que tenían pensado “acompañarla” hasta ahí, y que ahora marcharán a Plaza de Mayo.






