El Gobierno publicita ampliamente la implementación del Sistema Integral de Transporte del Área Metropolitana (Sitam), para optimizar el servicio con los más altos estándares de calidad, pero los pasajeros no ven la diferencia con el derruido servicio anterior.
La noche del viernes los usuarios de la Línea 9, que atraviesa toda la ciudad de Resistencia uniendo la zona sur con la zona norte, concesionada a la compañía Ersa, vivieron una odisea.
La espera fue interminable: cronometraron que entre las 20 y las 22:20 no vieron colectivo alguno con destino al “Híper”, destino de los vecinos de los barrios ubicados al norte de la autovía Nicolás Avellaneda.
Tan fue así que muchos de ellos eligieron otros medios para regresar a su casa y algunos hasta decidieron hacerlo a pie.
Cuando al fin llegó la tan espera unidad, ya se habían sumado a los sobrevivientes de las 20, otra treintena de personas que abarrotaron el micro. Pero, como bien dicen los tuercas: “Los fierros se rompen”, y el colectivo sufrió una falla mecánica y dijo basta en inmediaciones del Domo del Centenario, varios kilómetros antes de la cabecera de su recorrido.