

Este miércoles, Benjamín Castillo, de 18 años, único detenido por el asesinato de la niña Sol Gómez Montiel, de 13, fue trasladado a la fiscalía donde fue impuesto de los cargos en su contra y tuvo la posibilidad de prestar declaración de imputado, pero decidió abstenerse.
El mediodía del último viernes, Sol fue a un quiosco ubicado a pocos metros de su casa del barrio Aipo, de Fontana, pero no regresó. Sus familiares denunciaron su desaparición y apenas unas horas después fue hallada muerta en una casa vecina. Fue asesinada a golpes con un amortiguador de moto. El autor del crimen estaba a punto de escapar cuando llegó la Policía y lo detuvo.
Ahora su situación se agravó con el cambio de carátula. El hecho que inicialmente fue calificado como “homicidio simple”, viró a femicidio calificado por alevosía.
La fiscal Ana González confirmó que, de acuerdo al informe brindado por los forenses, Sol se defendió de un intento de estrangulamiento, antes de ser golpeada ferozmente en la cabeza hasta la muerte.
La madre, la tía y la abuela de Sol se entrevistaron con la funcionaria para conocer el estado de la causa y aportar información que abone la investigación. En este sentido, el abogado Juan Arregín, que las representa en la querella, ofreció, entre otras cosas, el celular que Sol utilizaba para comunicarse e interactuar en las redes sociales.
Al ser retirado de la fiscalía, Castillo fue trasladado a la comisaría de Puerto Vilelas en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.