El exgobernador Jorge Capitanich, primer candidato a diputado provincial por el Frente Chaqueño, calificó de “operación mediática” la imputación que le hiciera el fiscal federal Carlos Amad, en la causa en la que investiga la presunta comisión del delito de lavado de dinero detrás de la adjudicación de grandes extensiones de tierras fiscales durante su tercer gobierno.
Entrevistado por Roberto Espinoza en Radio Independencia, aseveró ser totalmente inocente y aseguró que su participación en las adjudicaciones objetadas se enmarcó en una mera cuestión administrativa. “No se puede presumir de ninguna manera la existencia de delito”, sentenció.
Para él, la causa fue armada como parte de la “judicialización de la política”.
“Cuando se hace judicialización de la política se deteriora la calidad en el ejercicio de las instituciones”, dijo, pero se resignó: “Voy a defenderme donde corresponde, en el ámbito judicial”.
Desde su perspectiva, la imputación es “una falta de respeto al pueblo” que lo eligió 3 veces gobernador de la provincia, y pidió a los jueces y fiscales que lo respeten. “Yo voy a ser muy respetuoso, pero también tienen que ser respetuosos de mí”, reclamó.
“Nunca jamás este humilde servidor ha tenido un acto de corrupción”, dijo, y remarcó que tras su salida del poder en 2023 se expuso a todos los controles de ley, que superó incólume: “Sigo sin auto, sin casa, sin nada, y vivo austera y dignamente, como corresponde”, completó.
Pero al intentar ampliar su descargo, incurrió en un fallido: “Tengo 25 años de vida pública, y nunca tuve una causa por corrupción, hasta que me agarraron con Fútbol para Todos”, dijo, y rápidamente corrigió: “…que no fue un acto de corrupción, sino incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
E insistió en que es víctima de una operación, dijo que otros políticos “compran jueces y fiscales para garantizar su impunidad”, y que “cuando le pegan un carpetazo rápidamente arreglan, porque no tienen coraje para defender sus convicciones”, algo que con asegura que con él nunca ocurrirá: “Yo soy el más corajudo de todos, porque a los cobardes los vomita Dios”, parafraseó, aunque la expresión original no se refiere a los cobardes, sino a los tibios.
