Zdero abrió el año legislativo: Estamos reconstruyendo una provincia que dejaron en ruinas

El gobernador Leandro Zdero describió como "la peor pesadilla" el "desmadre" en que encontró el Estado.

El gobernador Leandro Zdero inauguró este sábado el 57° período de sesiones ordinarias de la Cámara de Diputados del Chaco con un discurso en el que expuso la situación en que recibió la provincia en diciembre de 2023, las medidas adoptadas para encaminar la gestión y su plan para alcanzar objetivos propuestos en lo inmediato como a largo plazo.

En el inicio recordó que un año atrás, en idéntica circunstancia, había descripto a grandes rasgos la situación del Estado sobre la que había podido echar luz en los menos de 3 meses que llevaba de gestión. “No se imaginan con lo que nos hemos topado desde entonces, fue una pesadilla que no imaginamos ni en nuestros peores sueños”, graficó.

Económica y financieramente, apuntó a la deuda heredada, contraída durante el gobierno de Domingo Peppo, que Jorge Capitanich “pateó para adelante” trasladándole la responsabilidad a la gestión siguiente. Y para dimensionar, estimó que “la deuda equivale a un año de luz gratis para todos los chaqueños”.

En tramo referido a Salud, recordó que encontraron depósitos colmados de medicamentos e insumos vencidos; deudas con los proveedores; las licitaciones para la adquisición de remedios suspendidas, incluidas las de drogas oncológicas, y dijo estar convencido de que “lo hicieron exprofeso, una actitud criminal”. Y aseveró que esta situación, como la precarización y falta de personal, se están resolviendo.

Educación, según su describió, no escapaba al descontrol que abarcaba deficiencias en infraestructura, falta de elementos y útiles, hasta los pésimos resultados académicos. Y contrastó esto con la definición de inversiones y el restablecimiento de los criterios de evaluación en todos los niveles. Finalmente confió en que Chaco saldrá del último lugar que ocupa desde hace años en materia de calidad educativa.

Al hablar de Seguridad, remarcó la reapertura de la Escuela de Policía y la incorporación de nuevos agentes, suspendida durante el gobierno anterior, la compra de patrulleros, armas y chalecos balísticos, entre pertrechos y equipamiento fundamental para las fuerzas. Prometió que su gestión no cejará frente a la delincuencia en todos los ámbitos, y subrayó el combate al narcotráfico.

En el mismo tono, anunció que el próximo 5 de marzo se implementará con el mayor rigor la ley que prohíbe la tenencia de teléfonos celulares y otros dispositivos móviles a detenidos en comisarías y cárceles provinciales.

Entre otros aspectos, consideró como uno de los primeros y más firmes avances de su gobierno la eliminación de los piquetes de movimientos sociales en las calles y rutas. Para él, su antecesor nunca pudo lograrlo porque, además de no tener voluntad política, era socio los piqueteros, “connivencia que generó el caos y la anarquía que tenía de rehenes a todos los chaqueños”.

Paralelamente, celebró que “Chaco es la única provincia que eliminó por ley a los intermediarios” en la distribución de asistencia social. “Se terminaron los gerentes de la pobreza. El Estado tiene una responsabilidad y la está cumpliendo”, dijo, refiriéndose al alcance del plan Ñachec y a la eliminación del Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular creado por Capitanich, que definió como un “monumento a la corrupción”, sobre el que pesan múltiples denuncias, causas en las que ya está detenido su último presidente: Mauricio Andión.

“Decían que no lo podría hacer porque era un “tibio”. Bueno, lo hice”, fue una de sus conclusiones a lo largo de algo más de una hora y media que duró su exposición y el contacto que mantuvo con la prensa en la puerta de la Legislatura.