El amanecer de este jueves efectivos policiales intentaron detener la marcha de un Jeep Renegade que circulaba erráticamente por la avenida 9 de Julio, ante la presunción de que su conductor pudo haber sufrido una descompensación o simplemente estaba ebrio.
A pesar de las indicaciones, el conductor continuó la marcha y al toparse con un desvío por las obras de pavimentación, en la calle Cocomarola., ignoró los carteles y al inspector de tránsito que indicaban el sentido de circulación y maniobró peligrosamente para continuar por la avenida pero a contramano.
La persecución continuó, agravada por la alta velocidad del Jeep, que varias cuadras adelante ingresó al barrio La Liguria para detenerse en la calle Zorzal al 3500, donde reside.
Al descender fue demorado y sometido a un test de alcoholemia que arrojó 2,2 g/l.
Además, los policías convocaron a peritos de la División Criminalística al observar que el vehículo presentaba severos daños en la parte delantera derecha.
