Un comerciante de Presidencia Roque Sáenz Peña, dedicado a la venta de carne de cerdo, denuncio que uno de sus empleados había sufrido el robo de 1.500.000 pesos, producto de la recaudación diaria.
Había salido por la mañana a distribuir carne en Los Frontones, Pampa del Infierno, Concepción del Bermejo, Avia Terai, Napenay y Campo Largo. En ésta última, según relató a su patrón, mientras descargaba en un supermercado, un desconocido se llevó el dinero que guardaba en la gaveta.
Hecha la denuncia, la Policía inició una investigación y el reunir información sobre el dependiente, se supo que en agosto de 2024, casualmente, había denunciado el robo de 450 mil pesos en un episodio idéntico, cuando realizaba repartos para otra distribuidora.
En aquella oportunidad, se supo que el robo no existió, sino que lo había inventado para justificar el faltante del dinero que había perdido en máquinas de apuestas en una agencia de quiniela, lo que derivó en su despido.
Con este antecedente, los investigadores recabaron grabaciones de las cámaras de seguridad del lugar del supuesto robo en Campo Largo, y de una agencia de Lotería Chaqueña donde hay máquinas de apuestas habilitadas. Así supieron que en realidad el dinero no había sido robado por desconocidos sino apostado y perdido por él.
El fiscal Marcelo Soto dispuso la inmediata detención del repartidor, de 32 años, domiciliado en el barrio Néstor Kirchner, en la zona sur de la ciudad.