El dirigente piquetero Tito López lleva 2 días alojado en la U7 junto a sus hijos David, Walter y Daniel, después de que el juez federal Ricardo Miánovich les dictara el procesamiento con prisión preventiva, imputados por presunto lavado de activos.
Desde ahí entabló una comunicación telefónica con otro referente de su organización, el Movimiento de Trabajadores Desocupados 17 de Julio, a quien le describió con desesperación la situación que atraviesa en su lugar de detención.
Según su relato, la comida no cubre sus expectativas: “Ni los perros quieren comer esto. Yo a mis chanchos les cocinaba mejor”, graficó. Además, dijo que no les permiten tomar mate, ni les sirven ni té, ni mate cocido. Incluso no recibe agua, y contó que tiene que consumir el agua del inodoro.
“Yo no maté a nadie. Estoy acá por evasión de impuestos. Y me tienen en un cuadradito. Nadie te atiende, el médico te mira así nomás y si tenés que morirte, morite”, dijo.
Para él, el objetivo es que él y sus hijos mueran en la cárcel, y le pidió a su compañero que organice una movilización a la sede del Comité Provincial contra la Tortura, a la Fiscalía y al Juzgado, para denunciar esta situación. “Pero tiene que ser el lunes, no podemos esperar hasta el jueves porque el jueves ya vamos a estar todos muertos”, emplazó.
Llorando, “no de miedo, sino de impotencia y de rabia”, dijo temer que algunos de sus hijos mueran de tristeza en prisión. “Yo no soy un asesino, pero no sé en qué me voy a convertir su muere uno de mis hijos”, advirtió.
Pero no sólo denunció “torturas psicológicas” de parte del juez y del Servicio Penitenciario Federal, sino también el abandono de sus abogados: “El único abogado que vino fue el doctor Leiva, los demás ni aparecieron”, se quejó.
Con el objetivo de intentar mejorar su situación, le pidió a su interlocutor que le haga llegar el mensaje a los senadores coquistas Antonio Rodas y María Inés Pilatti Vergara.
Hábeas corpus
Tras divulgarse el mensaje de Tito López a su lugarteniente, uno de sus defensores: Francisco Belle, presentó un recurso de hábeas corpus exigiendo el cese de la “tortura psicológica y el trato inhumano y degradante” de parte del SPF.
El abogado expuso que son sometidos a requisas innecesarias desde primera hora de la mañana, que no tiene permitido el contacto con sus hijos ni la recepción de ropa limpia, alimentos ni medicamentos por parte de sus familiares y allegados.