Honcheruk admitió su imprudencia en la tragedia de la ruta 4: Yo iba despacio, a 120

El intendente Germán Honcheruk admitió que conducía la camioneta de la Municipalidad violendo los límites de velocidad al momento de la tragedia.
El intendente Germán Honcheruk admitió que conducía la camioneta de la Municipalidad violendo los límites de velocidad al momento de la tragedia.

El lunes 30 de septiembre el intendente de Villa Berthet: Germán Honcheruk, conducía una Renault Alaskan, propiedad de la Municipalidad, en viaje desde Resistencia hacia esa ciudad tras una serie de reuniones en el marco del debate del pedido de autorización del gobernador Leandro Zdero para tomar un crédito para hacer frente a la emergencia energética e hídrica.

Cuando viajaba por la ruta provincial 4, entre Quitilipi y Villa Berthet, embistió a un Fiat 147, conducido por Víctor Gómez, de 23 años, acompañado de su padre.

El impacto fue tan brutal que el auto terminó reducido a chatarra. El conductor murió en el acto y su acompañante fue trasladado al hospital 4 de Junio, de Presidencia Roque Sáenz Peña, con traumatismo de cráneo grave, y múltiples lesiones.

La camioneta que manejaba Honcheruk volcó. Él fue auxiliado y derivado a la Unidad Médica Asistencial de la Uncaus, también en Sáenz Peña.

Tras reponerse de las lesiones, el intendente contó que esa tarde se había despedido de su padre, el diputado provincial Atlanto Honcheruk, que le recomendó “andrá tranquilo, con cuidado, despacio”. No obstante, admitió que al momento de la tragedia no sólo conducía imprudentemente sino que además lo hacía violando el límite de velocidad máxima.

“No vi el auto porque había humo en la ruta, simplemente sentí el impacto”, dijo, entrevistado en Somos Uno y La Radio, alegando la baja visibilidad al momento del siniestro.

Estos casos los especialistas recomiendan reducir la velocidad en función de la visibilidad, y él aseguró que lo hizo, aunque, paradójicamente admitió que en ese momento conducía a una velocidad por encima de la permitida: “Iba a 120”, dijo.

“Yo manejo rápido, no voy a mentir. Siempre viajo a 140 o 150”, confesó, e insistió: “Pero esta vez iba despacio, a 120”, como si ignorara que el límite de velocidad en ese tipo de rutas de es 110 k/h,  las camionetas como la que él conducía no pueden superar este tope siquiera en autopistas.

Dejando esta cuestión en segundo plano, pidió disculpas a la familia de la víctima.