La noche del domingo un hombre de 40 años ingresó al hospital Perrando, de Resistencia, con gravísimas quemaduras en el 50% del cuerpo, que le afectaron la cabeza, el torso y los brazos.
Su pareja, de 39 años, que lo trasladó hasta ahí en una motocicleta, dijo que habían sido víctimas de un robo y que los delincuentes lo rociaron con alcohol y prendieron fuego.
Investigadores policiales indagaron en la cuestión e insistieron en conocer más detalles para tratar de hallar a los delincuentes, pero las inconsistencias del relato revelaron que el robo no existió.
Finalmente la mujer confesó que fue su marido quien decidió quemarse a lo bonzo en medio de una discusión. Y ella logró apagar el fuego con agua que tenía en unas botellas.
Esta versión fue ratificada por el hombre quemado.