En los primeros meses de este año, en el arranque de la gestión del intendente Roy Nikisch y los concejales asumidos el pasado 10 de diciembre, fue dejada sin efecto la ordenanza que incorporaba a planta permanente a 432 agentes de la Municipalidad de Resistencia, sancionada por unanimidad en el último tramo de la intendencia de Gustavo Martínez.
El argumento del intendente Nikisch para dictar la resolución fue la crisis financiera heredada y el desequilibrio que podría generar el impacto de este engrosamiento de la plantilla de personal en el presupuesto.
Paradójicamente, en ese mismo momento el Concejo Municipal aprobaba un sobresueldo a través de la creación de una “bonificación” por la responsabilidad jerárquica para el intendente, todos los concejales, secretarios y prosecretarios, más las autoridades de la Caja Municipal de Resistencia.
Mientras el oficialismo protestaba por los vencimientos de las deudas adquiridas por la gestión anterior y la oposición denunciaba que la licitación para adquirir vehículos y maquinarias había sido amañada para favorecer a empresarios “amigos” hizo mención a los flamantes sobresueldos para los funcionarios.
La ordenanza que los creó fijó un suplemento de 800 mil pesos para el intendente, de 700 mil pesos para el presidente del Concejo, y de 600 mil para los concejales, secretarios, prosecretarios y directores de la Caja Municipal.
Pero, cuando se esperaba que el intendente Nikisch rechazara la norma, apenas se limitó a dictar un veto parcial excluyéndose de la nómina y sugerir modificar la escala de acuerdo a la jerarquía de los beneficiarios, sin poner siquiera un tope para proteger el presupuesto.
Así, tras el veto, en vez de recortarse los sobresueldos, estos se incrementaron asignándose 750 mil pesos extra para el presidente del Concejo Municipal; 700 mil para concejales, secretarios y presidente de la Caja Municipal, y 650 mil para prosecretarios y vocales de la Caja Municipal.
Considerando la cantidad de funcionarios beneficiados, los empleados despedidos estiman que la suma de los sobresueldos es superior a los salarios de los 432 despedidos por Nikisch.
En los primeros meses de este año, en el arranque de la gestión del intendente Roy Nikisch y los concejales asumidos el pasado 10 de diciembre, fue dejada sin efecto la ordenanza que incorporaba a planta permanente a 432 agentes de la Municipalidad de Resistencia, sancionada por unanimidad en el último tramo de la intendencia de Gustavo Martínez.
El argumento del intendente Nikisch para dictar la resolución fue la crisis financiera heredada y el desequilibrio que podría generar el impacto de este engrosamiento de la plantilla de personal en el presupuesto.
Paradójicamente, en ese mismo momento el Concejo Municipal aprobaba un sobresueldo a través de la creación de una “bonificación” por la responsabilidad jerárquica para el intendente, todos los concejales, secretarios y prosecretarios, más las autoridades de la Caja Municipal de Resistencia.
Mientras el oficialismo protestaba por los vencimientos de las deudas adquiridas por la gestión anterior y la oposición denunciaba que la licitación para adquirir vehículos y maquinarias había sido amañada para favorecer a empresarios “amigos”, ninguno de los bandos hizo mención a los flamantes sobresueldos para los funcionarios que recién se conocieron tras una actualización del Boletín Oficial.
La ordenanza que los creó fijó un suplemento de 800 mil pesos para el intendente, de 700 mil pesos para el presidente del Concejo, y de 600 mil para los concejales, secretarios, prosecretarios y directores de la Caja Municipal.
Pero, cuando se esperaba que el intendente Nikisch rechazara la norma, apenas se limitó a dictar un veto parcial excluyéndose de la nómina y sugerir modificar la escala de acuerdo a la jerarquía de los beneficiarios, sin poner siquiera un tope para proteger el presupuesto.
Así, tras el veto, en vez de recortarse los sobresueldos, estos se incrementaron asignándose 750 mil pesos extra para el presidente del Concejo Municipal; 700 mil para concejales, secretarios y presidente de la Caja Municipal, y 650 mil para prosecretarios y vocales de la Caja Municipal.
Considerando la cantidad de funcionarios beneficiados, los empleados despedidos estiman que la suma de los sobresueldos es superior a los salarios de los 432 despedidos por Nikisch.