El exgobernador Jorge Capitanich reapareció a poco de cumplirse un año de su derrota en primera vuelta frente al radical Leandro Zdero, que lo dejó sin reelección cuando buscaba su cuarto mandato.
En su aparición anterior había esbozado alguna crítica a la gestión del Gobernador pero la nota destacada fue su inesperado elogio por haber logrado lo que la sociedad chaqueña le demandó a él durante años: ponerle punto final a los piquetes.
“Eso es algo que hay que destacar”, había dicho, al admitir que ya no hay obstáculos para la libre circulación ni en las rutas ni dentro de las ciudades, principalmente frente a la Casa de Gobierno, donde las manifestaciones cotidianas le valieron a Resistencia el mote de “Capital del Piquete”.
El último viernes volvió a General San Martín, donde presentó su último libro “El Peronismo y sus circunstancias”, actividad que se enmarcó en las rondas periódicas que propuso a la militancia y que no tuvieron buena recepción en los sectores que le reclaman autocrítica después de la derrota.
En una improvisada ronda de prensa el periodista Roberto Espinoza le pidió su parecer sobre la “bomba de mecha corta”, como describe Zdero la herencia que recibió de la administración anterior, haciendo hincapié en un alto nivel de deudas, incluso en dólares, obras sin financiamiento y empresas públicas prácticamente quebradas.
“Es un mentiroso contumaz, agresivo, mentiroso. Y tiene un problema serio: una enorme inutilidad e inoperancia. No sabe absolutamente nada de lo que habla. Ya transcurrieron 8 meses de gobierno y debería tener la mínima capacidad para interpretar los problemas que tiene la provincia, pero es alguien absolutamente negado las financias públicas y la economía. No sabe nada, ni donde está parado, y su equipo económico es de tamaño nivel de debilidad que da vergüenza”, dijo como respuesta, notoriamente alterado.
Y siguió: “Deberían tener humildad. Son unos chantas y mentirosos repatentados. Que dejen de mentir.
Y para redondear, dijo que si el gobierno de Zdero puede sostener la administración, es porque él dejó las cuentas ordenadas: “Si no hubiesen tenido las cuentas ordenadas no hubiesen podido administrar, y hace 8 meses que pueden pagar en término los salarios”.
“Si hay algo de lo que me jacto, es de saber administrar. Son una manga de mentirosos absolutos”, remató.