La noche del lunes, 2 niños de 10 y 12 años corrieron hasta la comisaría de La Escondida pidiendo auxilio porque su padrastro, de 22 años, había agredido a su mamá, de 40, y amenazaba con matarla con un rifle.
Una comisión policial acudió a la vivienda y encontró a la mujer clamando ayuda y detrás a su pareja armado con un cuchillo y un rifle de aire comprimido.
Los policías lograron controlar la situación, detuvieron al hombre y ecuestraron el cuchillo, que medía 30 centímetros, y rifle modificado para disparar balas calibre 22, más 5 proyectiles de ese calibre y una vaina servida.
Por los gritos que escucharon, los vecinos dijeron que la agresión comenzó cuando él la acusaba de servirle cerveza “caliente”. La botella de cerveza también fue secuestrada.