La Cámara Federal de Casación Penal concluyó este jueves que el ataque contra la Embajada de Israel en marzo de 1992 y la bomba que provocó la voladura de la sede de la AMIA el 18 de julio de 1994 “respondieron a un designio político y estratégico” de la República Islámica de Irán y fueron ejecutados por la organización terrorista Hezbollah.
La sentencia sostuvo además que la voladura de la AMIA fue un crimen de “lesa humanidad” y abrió la puerta para que la Argentina demande formalmente a Irán.
Carlos Mahiques, juez que lideró la sentencia, reiteró este viernes la importancia de la decisión judicial, y destacó la figura del exfiscal Alberto Nisman, encontrado muerto en enero de 2015 con un disparo en la cabeza en su departamento de Puerto Madero, custodiado por fuerzas federales. Su muerte, que aún se investiga, ocurrió un día antes de exponer en el Congreso sobre su denuncia a la entonces presidente Cristina Fernández por encubrir a Irán en su supuesta responsabilidad en el atentado contra la AMIA mediante el Memorándun de entendimiento con ese país firmado en 2013, pacto que no fue avalado por el Parlamento iraní.
Mahiques afirmó que “el ex fiscal Nisman continuó e intensificó” la línea de investigación que señalaba a Irán y a la organización terrorista Hezbollah como responsables de los ataques, y aseguró que si hubiera logrado finalizar con su camino, podría haber llegado antes a las mismas conclusiones de las que llegó la Cámara ayer.
“Nisman tenía muy en claro que todas estas circunstancias estaban en el origen del atentado a la AMIA, lo cual, llevado hasta sus últimas consecuencias, podría haber tenido antes de este fallo resultados palpables”, aseveró el juez.