Apenas minutos después del mensaje enviado por el Presidente de la Nación y su gabinete por Cadena Nacional para anunciar 30 de las más de 300 medidas adoptadas a través de un decreto de necesidad y urgencia, surgieron manifestaciones de repudio.
La protesta se materializó mayormente como “cacerolazo” en varios puntos del país, principalmente en el AMBA y CABA, y una gruesa columna de manifestantes llegó hasta el Congreso.
La privatización de las empresas públicas y la flexibilización laboral son 2 de los puntos más cuestionados de la decisión presidencial.
Después de un día tenso por la aplicación del “protocolo antipiquetes” para contener a las organizaciones políticas y de izquierda que evocaban otro aniversario del 20 de diciembre de 2001, no hubo operativos de seguridad durante la noche frente a los cacerolazos.