El 22 el noviembre de 2017, en su primera gestión como jefe de la Policía del Chaco, durante el gobierno de Domingo Peppo, el comisario Ariel Acuña prohibió los tatuajes, aritos, piercings a los efectivos de la fuerza.
Al fundamentar la medida, consideró que atentaban contra el aseo, la pulcritud y la uniformidad que caracterizaba a la institución y atentaba contra su prestigio.
Había llegado a esto, según precisó, al advertir que cada vez más policías optaban por tatuarse, y que lo hacían después de haberse efectivizado su ingreso, cuando ya habían superado los controles.
En principio, estaban prohibidos los que quedaban a la vista cuando se utilizaba el “uniforme de verano”, y se emplazó por 6 meses a quienes estaba en infracción, para borrarse los tatuajes visibles de todo tipo, aunque haciendo hincapié en aquellos obscenos o que contradecían los intereses de la Policía.
Ahora, a 6 días del final de su segunda jefatura, la prohibición de los tatuajes vuelve a ser motivo de otra circular interna: Oscar Godoy, director de Zona Metropolitana, recordó que aquella medida sigue vigente en todos sus términos, y remarcó que son los jefes de cada unidad los responsables de controlar a sus subordinados en cada cambio de guardia y reportar periódicamente las novedades al respecto, las que se incorporarán al legajo de cada efectivo policial.