Fabiana González y su pareja Gustavo Obregón, colaboradores de máxima confianza de los dirigentes sociales Emerenciano Sena y Marcela Acuña, prestaron declaración de imputado la noche del viernes ante el equipo fiscal que integran Jorge Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez.
Los 4 están detenidos por la desaparición y femicidio de Cecilia Strzyzowski, pareja de César Sena, también preso, y los puesteros del campo de la familia: Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso.
La situación de González es más complicada, ya que está imputada como partícipe necesario del femicidio, mientras a Obregón se le atribuye una participación necesaria.
Se cree que ella estuvo en la casa en el momento en que ocurrieron los hechos, y que le cupo un rol más activo. Mientras a él se lo asocia al traslado de los restos de Cecilia al lugar en el que fueron descartados.
Todo esto, en el marco de la principal hipótesis de los fiscales que suponen que el crimen ocurrió en la vivienda familiar de la calle Santa María de Oro la mañana del 2 de junio, la que Cecilia ingresó junto a César por la mañana y no se la vio salir.
Esto pone en el centro de la escena a Marcela Acuña, que se sabe que mantenía una mala relación con su nuera, lo que podría haber motivado una discusión acalorada que “se le fue de las manos”, según graficó Cáceres Olivera.
La discusión habría comenzado por el incumplimiento de Cecilia del trato al que habría arribado con Marcela, que le ofreció una “indemnización” para que accediera a divorciarse de César, ya que la relación había continuado tras la sentencia de divorcio.
Y, con Cecilia ya muerta, habrían tomado intervención Emerenciano y César en un plan para deshacerse del cuerpo que, de acuerdo a las especulaciones, habría sido desmembrado dentro mismo de la casa.
Sobre dónde y cómo descartaron los restos hay múltiples hipótesis, algunas extremadamente macabras.