La vicepresidente de la Nación: Cristina Fernández, volvió a ofrecer una entrevista a la prensa después de varios años. Fue en el canal oficialista C5N, en Duro de Domar, el programa conducido por Pablo Duggan.
Como en todas sus apariciones públicas, volvió a despegarse del Gobierno nacional y del presidente Alberto Fernández: “Es mentira que siempre estuvimos así. En 2015 no estábamos así”, dijo contrastando el final de su segunda gestión con la situación actual. Y agregó que “se puede estar mejor”, pero que para eso “hay que proponer algo distinto”.
En lo estrictamente electoral, comparó las elecciones de 2019 con el Frente de Todos y Juntos por el Cambio como principales fuerzas que concentraron el 90 por ciento de los votos, con lo que ocurre hoy, cuando “vamos a una elección de tercios”.
Así analizó el crecimiento del sector “libertario” que encabeza Javier Milei como precandidato a presidente, y admitió que antes “el objetivo era ganar”, pero que ahora es “entrar al balotaje”.
En este marco, admitió que el oficialismo no tiene un candidato natural, y consideró que “los hijos de la generación diezmada” a la que ella dijo haber pertenecido, deben “tomar la posta”, y mencionó al ministro del Interior: Eduardo “Wado” De Pedro, a Andrés Larroque y a su hijo Máximo Kirchner, todos de La Cámpora, como los sucesores del kirchnerismo.
Sobre Máximo, dijo que tiene afinidad con el ministro de Economía: Sergio Massa: “Siempre tuvo una muy buena relación con Sergio, con quien hablaba mucho en la Cámara de Diputados”, describió.