

La mañana del martes, Olga Acevedo, de 82 años, denunció ante la comisaría de General San Martín que la tarde del sábado ella y sus hermanos Agustín, de 73, y María, de 68, fueron víctimas de un violento robo en su casa de Colonia Pastoril, en la zona rural de Capitán Solari.
Relató que 2 hombre encapuchados y armados sorprendieron a Agustín cuando ingresaba al predio y tras golpearlos y maniatarlos, huyeron con 80 millones de pesos, 2 escopetas y sus teléfonos celulares.
Antes de escapar dejándolos encerrados, los delincuentes los amenazaron con regresar si intentaban salir de la vivienda. Por temor, recién salieron 3 días después.
Efectivos de la División Investigaciones y peritos encabezados por la propia fiscal Noelia Miño, relevaron el lugar del hecho y secuestraron prendas que vestían las víctimas al momento del robo, 3 cajas de cartón y una valija en la que dijeron que guardaban el dinero, entre otros elementos.
En medio del procedimiento se apersonó un hombre que se presentó como Luis González, de 41 años, domiciliado en San Martín, peón de un campo vecino, propiedad de Valeriano Cerviño, y dijo haber encontrado en el camino a pocos metros de ahí, varios cartuchos de arma de fuego.
Esto llamó la atención de los funcionarios, ya que el lugar ya había sido inspeccionado. No obstante, volvieron hasta ahí y efectivamente encontraron los cartuchos. Por esto, la fiscal dispuso la detención de González, sospechado de haberlos “plantado”.
Poco después llegó Cerviño y descargó insultos y amenazas a los policías. Y al advertir que su peón había sido detenido, intentó liberarlo y también terminó detenido por entorpecer el procedimiento.
Cerviño, que reside en el microcentro de Resistencia, tiene una disputa de vieja data con los hermanos Acevedo, a los que acusa de ocupar ilegalmente parte de su terreno. Este conflicto abona la investigación del robo. Paralelamente, se intenta determinar el origen del dinero que los Acevedo denunciaron como robado.






