El Presidente de la Nación planeaba encabezar otra vigilia del Día de la Independencia en la casa histórica de Tucumán, para conmemorar el aniversario del Pacto de Mayo, firmado con la mayoría de los gobernadores, pero un faltazo generalizado de estos obligó a la Casa Rosada a dar un giro a último momento.
Oficialmente, se informó que el avión presidencial no pudo despegar por las condiciones meteorológicas adversas, dominadas por una densa niebla, siguiendo recomendaciones de la Fuerza Aérea y la Casa Militar. Sin embargo, el atardecer del martes un vuelo de Aerolíneas Argentinas desde Aeroparque con destino a Tucumán, aunque con algunos minutos de demora, partió sin inconvenientes.
“Que piensen lo que quieran, no me importa”, dijo Milei sobre la suspicacia con la que fue analizada por funcionarios y periodistas la razón de la suspensión de su viaje.
Además de la cuestión protocolar, él pretendía renovar la imagen del respaldo político de los gobernadores ante la inminencia del vencimiento de las facultades delegadas, como un aval para renovarlas, pero la foto quedó pendiente.
El Presidente no pudo disimular su fastidio con los mandatarios provinciales y los acusó de intentar “destruir” su gobierno y de no imitar el “sacrificio” que hace la Nación para recortar el gasto en procura del equilibrio fiscal: “Nosotros bajamos impuestos para devolverle la plata a la gente y las provincias aprovechan para subirlos”, disparó.
Según sus cálculos, las provincias reciben cada vez más fondos, peor en vez de aprovecharlos para recomponer sus cuentas fiscales, “gastan más y más”.
Los gobernadores no coinciden con esta mirada, por lo que recientemente se reunieron para reiterar sus demandas al Gobierno nacional e impulsan en el Congreso proyectos para incrementar los fondos coparticipables, lo que Milei interpreta como un ataque a su gestión.
