Después de crecer aceleradamente hasta superar en 5 centímetros el nivel de evacuación de 6,50, el río Paraná había comenzado a bajar en el hidrómetro de Barranqueras, generando expectativas en las familias que residen en la zona ribereña y debieron abandonar sus viviendas.
Pero el aliciente duró muy poco: la bajante llegó a 6,48 en la madrugada del domingo y no volvió a descender hasta el último registro de las 6 de este lunes.
El pronóstico meteorológico es alentador en casi toda la región, lo que se espera que se traduzca en un nuevo retroceso del Paraná y el Paraguay.
No obstante, varios de los puertos río arriba, en ambos casos, muestran nuevamente una creciente, producto de las lluvias de los últimos días.