
“Se terminó el viejo verso de que el Insssep no me paga”, dijo el presidente del Directorio del Insssep: Antonio Morante, al asegurar que los prestadores médicos y sanatoriales no pueden esgrimir excusa de ninguna naturaleza para justificar el cobro de plus.
El adicional, prohibido por el convenio entre el organismo y los prestadores, y por una ley dictada específicamente, se ha naturalizado y sigue subiendo llegando en muchos casos a triplicar lo abonado por la obra social en concepto de consulta.
Para el funcionario, los prestadores deben “sincerarse y decir cuánto quieren cobrar”.
“Si alguien dice: Yo quiero cobrar 3 mil pesos por consulta, les digo que atienda particular porque el Insssep no puede pagar eso”, ejemplificó.
Y sintetizó: “Pagamos en tiempo y forma, actualizamos los aranceles a 805 pesos la consulta a los que adhirieron al programa de “no cobro de plus”, y pagamos 320 mil pesos promedio por mes de consulta a cada médico, y 320 mil pesos no es poca plata”.
Pero también endosó responsabilidad en el cobro de plus a los propios afiliados, únicos damnificados de la situación: “El afiliado tiene que hacer la denuncia. El afiliado que no denuncia, que no se queje”, cuestionó.
Sin embargo, el contador Ricardo Bonfiglio, vocal del Directorio y candidato a la reelección en ese cargo, dijo que «hay sue ser serios: es imposible eliminar el plus, el que diga lo contrario está haciendo demagogia».
Esto se suma a una advertencia que lanzara la última semana el mismo Morante, al plantear incrementar el aporte de los afiliados como única salida para la situación financiera del Insssep: “Si no duplicamos el aporte, la obra social dejará de existir”, había sentenciado.