
Matías Agustín Pérez, de 17 años, ataviado con uniforme policial y armado con una pistola de juguete, ofrecía con singular éxito servicios de seguridad en varios comercios del microcentro de Resistencia.
El sujeto cubría “adicionales” parado firmemente con gesto adusto y mirada recia en la puerta de los locales, y e incluso se apostaba como “consigna” en inmediaciones de cajeros y entidades bancarias.
Finalmente fue arrestado después de ser detectado en las redes sociales y denunciado por usuarios que lo identificaron como un impostor.
Para construir su personaje, publicaba en Facebook selfies que se tomaba junto a verdaderos policías a los que les decía que venía de una fiesta de disfraces o que vestía así porque había perdido una apuesta, o para hacer bromas a sus amigos.
Para la “Fuerza” era el cabo primero Nazareno Engler, según se lee en la identificación reglamentaria bordada en el pecho.
